Las empresas de la economía social son asociaciones de personas que se han unido para abordar necesidades comunes y aspiraciones económicas, sociales y culturales mediante empresas de propiedad conjunta, controladas democráticamente. A través de una historia de más de dos siglos, la empresa asociativa solidaria, en general, y el cooperativismo, en particular, han alcanzado dimensiones mundiales, convocando y organizando multitudes de personas prácticamente en la totalidad de las naciones a pesar de la diversidad de los regímenes económico‐políticos, constituyendo un relevante hecho económico, especialmente en los Estados más desarrollados, y movilizando enormes cantidades de recursos humanos, productivos, financieros y comerciales. En su desarrollo, la empresa asociativa solidaria o la cooperativa ha llegado a ser una realidad compleja y diversificada que incluye organizaciones de tipo y nivel heterogéneos: está presente en los distintos sectores de la producción, las finanzas y el consumo, y adopta formas de asociación diferentes que van desde unidades menores hasta consorcios tanto en las dimensiones regionales, nacionales y mundiales. Actúa conforme a principios de igualdad, democracia, responsabilidad, solidaridad y normas variables y pluralistas, experimentando estructuras y métodos de acción renovados.
Esta cartilla busca construir capacidades emocionales, técnicas, subjetivas y colectivas, que permitan a las mujeres mejorar sus condiciones en la vida asociativa y al interior de sus hogares, promoviendo cambios estructurales en sus territorios, a fin de consolidar, desde lo comunitario, lo cooperativo y lo territorial, lugares de empoderamiento, de decisión y de igualdad que confluyan en mejores condiciones para ellas, sus familias y sus organizaciones.
Al promover el empoderamiento de las mujeres a través del modelo cooperativista, We Effect busca contribuir a la reflexión sobre el papel que éstas representan para la sociedad y la forma en la que su decisión por emprender les puede permitir acceder a mejores condiciones de vida y así alejarse de situaciones de marginación, pobreza, precariedad laboral y violencia de género. Bajo este panorama, el objetivo de esta cartilla es promover cambios culturales, simbólicos, políticos y económicos hacia la igualdad desde la perspectiva cooperativista.
Este modelo formativo se desarrolla a través de módulos sumatorios, de manera que cada módulo y actividad sume conocimientos y capacidades hacia la intención de construir estrategias para que las mujeres usen y apliquen en sus cooperativas y asociaciones, teniendo en cuenta la importancia de poner debates y acciones sobre la economía del cuidado, las violencias basadas en género, la brecha salarial y cualquier otra forma de discriminación o desigualdades para las mujeres. No obstante, cada actividad y modulo puede ser usado de manera individual por cualquier replicadora/or para fortalecer capacidades especificas en sus organizaciones.
Este proceso formativo pretende, sobre todo, posibilitar la réplica pedagógica desde un enfoque comunitario, así, se incluyen estrategias metodológicas, pedagógicas y didácticas en cada uno de los módulos y ejercicios, de manera que se puedan recrear escenarios de participación, en una estrategia de formación a formadoras.
Estas sesiones están pensadas para ser desarrolladas en los territorios, espacios propios de las comunidades, encuentros o acciones programáticas dentro o fuera de las organizaciones, dependiendo de las dinámicas particulares de cada organización vinculada. El contenido, los materiales de formación, las actividades prácticas y el diseño de esta cartilla tienen la intención de generar nuevas reflexiones frente al fortalecimiento del modelo organizativo social y solidario en distintos procesos, las familias y las comunidades con que conviven las mujeres para la generación de incidencia y participación local con enfoque de género.
La metodología está construida desde las bases teóricas, metodológicas y epistémicas de la escuela de participación de Paulo Freire[1], en donde el aprendizaje es comprendido entre todas las partes, personas y contextos involucrados, denominado “construcción colectiva”. Así, los encuentros deben ser espacios de libre expresión, donde todas las opiniones son válidas y tienen significado relevante en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
A través de un pacto de convivencia creado entre las partes implicadas se conciertan los acuerdos y también los derechos y deberes dentro de la escuela de cooperativismo.
Todos los talleres o actividades son flexibles y pueden ser modificadas o adaptadas de acuerdo a las particularidades del territorio y/o del grupo de personas que harán parte de la escuela de cooperativismo. Las actividades a desarrollar incorporan la vivencia, el juego, la creatividad, el cuerpo, la experiencia significante y la reflexión crítica, con el fin de construir conocimiento útil, reflexivo y valioso para el contexto, el territorio y las personas.
[1] Educador y filósofo brasileño. Conocido por su enfoque de la educación liberadora, que buscaba empoderar a las personas a través de la concienciación crítica y la participación activa en el proceso educativo.