• Construir elementos para avanzar en el crecimiento personal de las mujeres como estrategia para el fortalecimiento de sus habilidades individuales y sociales.
• Reconocer los conceptos de autoestima, autovaloración, autoconocimiento, autoconcepto, autoevaluación, autoaceptación y auto respeto.
• Construir elementos individuales y colectivos que den lugar a la participación de las mujeres en todos los escenarios de su vida.

A lo largo de la vida, las personas enfrentan diversos obstáculos que les impiden alcanzar sus metas y objetivos, y uno de ellos es la baja autoestima, que se manifiesta cuando no reconocemos nuestras cualidades y capacidades. Es fundamental comprender quiénes somos realmente para sentirnos valorados y aceptados. Por esto, es importante construir el autovalor en cada individuo. 

Este taller tiene como objetivo brindar a las mujeres la oportunidad de fortalecer su crecimiento personal y la confianza en sí mismas, lo que les permitirá desenvolverse con mayor éxito en todas las áreas de sus vidas. Exploraremos el intrincado tejido de la fuerza interior de las mujeres y cómo puede ser la piedra angular para el crecimiento personal y el fortalecimiento de habilidades individuales y sociales. Este taller es un espacio dedicado a la reflexión, el descubrimiento y la construcción de cimientos sólidos para un futuro empoderado. 

Mediante la colaboración colectiva, crearemos elementos que nutran nuestra capacidad para influir en nuestro entorno y superar desafíos con confianza. Celebraremos la diversidad de experiencias y forjaremos conexiones poderosas que trascienden barreras y nos empoderan mutuamente.

1.  Apertura: 

Desarrollo:

De manera inicial, la persona facilitadora manifiesta la intención del taller y, para ello, utiliza tarjetas de cartulina, las cuales contienen los objetivos de la jornada y las va pegando en una parte visible del espacio que se utiliza para el desarrollo del taller.

Luego se desarrolla una dinámica de presentación y animación, en la que se contará con frisos de colores en los que de manera previa se han escrito fragmentos con parte de refranes populares; la idea es que entre todos/das encuentren el complemento y armen la oración completa.

La pareja que logre armar el refrán completo debe tomarse un tiempo para presentarse e intercambiar información de su vida, con el fin de conocerse mejor. Culminado este ejercicio, se debe hacer la presentación con todo el grupo.  

2. Introducción al tema

Desarrollo:

La persona facilitadora, comienza con la dinámica “Collage de autoestima”, que busca fortalecer la autoestima en las mujeres. Cada una de ellas se enfoca en destacar fortalezas, habilidades y logros de las mujeres, lo que les ayuda a sentirse más seguras de sí mismas y a visualizar un futuro positivo.

 La facilitadora prepara revistas, fotos o dibujos que puedan inspirar. Se sugiere preparar imágenes que no le den tanta importancia a los aspectos físicos. A continuación, la persona facilitadora organiza el grupo de tal forma que queden 4 subgrupos, a los que se les pide que hagan un collage con estas imágenes, de manera que presenten cómo se ven a sí mismas y lo que quieren lograr en el futuro. Una vez realizado el collage, se abre una plenaria sobre las visualizaciones que tuvieron las mujeres en el desarrollo de la actividad con relación a su vida personal y se manifiestan las emociones vivenciadas.

Esto les ayudará a visualizar sus metas y a sentirse más motivadas.

3. Reconocimiento del ser

Desarrollo:

La persona facilitadora dialogará acerca de todos los aspectos que enmarcan el RECONOCIMIENTO DEL SER (Autoestima, Autovaloración, Autoconocimiento, Autoconcepto, Autoevaluación, Autoaceptación, Autorrespeto).

Teoría de apoyo

Autoestima:

"Es el conjunto de percepciones y apreciaciones que una persona tiene de sí misma y de cada una de las acciones que realiza" (Castañeda & López, 2018, p. 24).

 La autoestima puede considerarse la evaluación que hace la persona de sí misma y esta puede desarrollarse de manera positiva o negativa.

Autovaloración:

Según Martínez (2020), la autovaloración se refiere a "la evaluación que una persona hace sobre sí misma, tanto en términos de su valía personal como en relación con sus logros y metas en la vida" (p. 67).

La autovaloración refleja la forma en cómo nos sentimos y actuamos en cada momento de la vida, tanto en las relaciones de pareja, como en el trabajo, el sexo, la maternidad y en nuestras relaciones con los demás, la naturaleza y nuestro entorno.

Es tener confianza en nuestras capacidades de pensar, aprender, elegir y tomar decisiones. Una buena autovaloración nos ayuda a reconocer nuestras habilidades para sostenernos, cuidar de nosotros mismos, cultivar relaciones positivas, afrontar las dificultades y mantener nuestra determinación en la consecución de nuestros objetivos.

Se asume que cuando se tiene una buena autovaloración se maneja un equilibrio en las relaciones con nosotros mismos y con los demás y no hay cabida a sentirnos ni más ni menos que los demás.

Autoconocimiento:

Según Fernández (2015), el autoconocimiento se refiere a "conocer las partes que componen al yo" (p. 47).

Conocer lo que realmente somos es identificar nuestras sensaciones, necesidades y habilidades. Conocerme significa percibirnos completos: desde mi parte física, emocional y relacional.

Conocerme implica reconocer mis habilidades, capacidades, cualidades; pero también es identificar mis limitaciones, fallos y defectos. Este reconocimiento me permite ser consciente de mi propia evolución y dinamismo como individuo.

Autoconcepto:

Según Fernández (2012), el autoconcepto se refiere a "la visión que una persona tiene de sí misma" (p. 34).

El autoconcepto es una construcción personal que se basa en lo que percibimos de nosotros mismas, lo cual incluye nuestras características, capacidades, valores y experiencias. Sin embargo, el autoconcepto puede verse influenciado por la retroalimentación que recibimos de nuestro entorno social.

Autoevaluación:

Según González (2014), la autoevaluación se refiere a "la capacidad de una persona para valorar su propia identidad, reflexionando al mismo tiempo sobre las normas y valores de la sociedad" (p. 22).

Esto quiere decir que la autoevaluación es el proceso mediante el cual una persona examina  su desempeño en relación con las normas y valores establecidos en la sociedad. En este mismo sentido, la persona identifica y juzga su propio comportamiento y actitudes con respecto a lo que se considera socialmente aceptable.

Autoaceptación:

Según Pérez (2017), la autoaceptación se refiere a "la habilidad de una persona para reconocer y aceptar todas las partes de sí misma como un hecho, incluyendo su forma de ser y sentir" (p. 62).

La autoaceptación implica reconocer y aceptar cada una de las partes, condiciones y situaciones de una misma, y esto incluye las características positivas y negativas. Es tener una actitud de aceptación y comprensión.

Autorrespeto:

Según García (2019), el autorrespeto se refiere a "la capacidad de una persona para atender y satisfacer sus propias necesidades, vivir de acuerdo a sus valores, y expresar sus emociones y sentimientos de manera saludable, sin culparse ni causarse daño" (p. 45).

El auto respeto es identificar y darle un valor y un sentido a lo que somos y sentirnos orgullosos de lo que es una misma, es decir, si me respeto soy capaz de defender lo que realmente soy como ser humano.

Una vez fortalecida la parte conceptual, la persona facilitadora pide a las participantes que cuenten experiencias sobre momentos en sus vidas en los que tener estos valores ha contribuido a superar situaciones complejas. Hace énfasis en cómo la autoestima es una preparación para afrontar y asumir el mundo.

4. Nuestro valor como personas y mujeres

La facilitadora ambienta el espacio con la siguiente información:

Todas y cada una somos seres únicos, con experiencias, talentos y habilidades que nos hacen especiales. Sin embargo, a menudo nos encontramos en un mundo que constantemente nos compara y nos hace cuestionar nuestro propio valor.

Cuando la autoestima es alta, nos damos cuenta de nuestra valía y reconocemos que merecemos amor, respeto y éxito en nuestras vidas. Nos sentimos seguros de nosotros mismos, lo que nos permite enfrentar los desafíos con valentía y perseverancia. La autoestima alta nos impulsa a establecer metas ambiciosas y nos brinda la confianza para perseguirlas. Nos permite establecer límites saludables en nuestras relaciones y nos ayuda a rodearnos de personas que nos valoran por lo que somos.

Por otro lado, cuando nuestra autoestima es baja, es como si lleváramos una pesada carga sobre nuestros hombros. Sentimos que no somos lo suficientemente buenos, que no merecemos el amor y la felicidad. Nos comparamos constantemente con los demás y nos enfocamos en nuestras debilidades en lugar de nuestras fortalezas. La baja autoestima nos puede paralizar, evitando que persigamos nuestros sueños y alcanzamos nuestro máximo potencial. Además, nos hace más propensos a tolerar relaciones dañinas y a permitir que otros nos menosprecien.

Sin embargo, vale recordar que todos tenemos el poder de cambiar la percepción de nosotros mismos y fortalecer nuestra autoestima. El primer paso es reconocer nuestra propia valía. Cada uno de nosotros tiene cualidades y habilidades únicas que nos hacen especiales. Tómense un momento para reflexionar sobre sus logros, sus fortalezas y todo lo que han superado en sus vidas. Reconozcan sus virtudes y aprendan a celebrar sus éxitos, por pequeños que parezcan.

Es importante rodearse de personas que nos apoyen y nos valoren. Establezcan límites claros con aquellos que les hacen sentir menos y busquen relaciones en las que se sientan amados y respetados por quienes son. Pero, sobre todo, recuerden que el amor propio es fundamental. Ámense y cuídense a sí mismos. Permítanse cometer errores y aprender de ellos. Sean amables y pacientes con ustedes mismos, tal como lo serían con un amigo querido.

Cada una de ustedes tiene un valor inmenso. No permitan que nadie, ni siquiera ustedes mismas, les haga creer lo contrario. Ábranse a la posibilidad de crecer, de descubrir su verdadero potencial y de abrazar su valía. Recuerden, ustedes son únicos y valiosos, y el mundo espera ansiosamente las contribuciones que solo ustedes pueden hacer.

Posteriormente, la facilitadora indica la siguiente actividad:

Desarrollo:

Se explica a los presentes que van a crear un "Emblema de Valentía" que representará su fuerza interior y valentía.

Se anima a reflexionar sobre situaciones en las que hayan mostrado valentía en sus vidas.

Creación del emblema:

Divide el grupo en pequeños subgrupos que dependerá del número de personas

Distribuye una hoja de papel grande, marcadores y tijeras a cada subgrupo.

Cada uno tendrá la tarea de diseñar y crear un emblema que simbolice la valentía y la confianza en sí mismos.

Se anima a la creatividad y utilizar colores y símbolos que representen su sentido de valentía.

Se les recuerda que no es necesario ser artistas profesionales, lo importante es expresarse y representar sus sentimientos.

Presentación de los emblemas:

Una vez que los grupos hayan terminado de crear sus emblemas, pide a cada equipo que presente su diseño al resto del grupo.

Durante la presentación, los participantes pueden explicar el significado de los colores y símbolos utilizados en su emblema.

Fomenta la escucha activa y el respeto hacia las creaciones de los demás.

Exposición de los emblemas:

1. Coloca los emblemas en un lugar visible, como una pared o un panel.
2. Utiliza cinta adhesiva o pegamento para fijar los emblemas.
3. Una vez que estén expuestos, invita a los participantes a observar los emblemas y reflexionar sobre la valentía y confianza que cada uno representa.

5. Cierre del taller: 

Para finalizar el taller, la persona facilitadora invita a las participantes a compartir opiniones a partir de lo siguiente:

• ¿Qué les gustó del taller?
• ¿Qué aprendieron o de qué se han dado cuenta?
• ¿Cómo se podría mejorar el taller? 

Así mismo se deja un espacio en la pizarra con: "Sugerencias para mejorar" y que las personas se sientan en la libertad de sugerir ideas si así lo desean.

En el siguiente video encontrarás una historia de autovalor, autorreconocimiento y autoestima: 

Castañeda, M. R. & López, D. M. (2018). Autoestima: su importancia en el desempeño académico. Revista Científica Electrónica de Psicología, 18(2), 20-32.

Fernández, E. (2012). El autoconcepto en la adolescencia. Madrid: Pirámide.

Fernández, E. (2015). La introspección y su papel en la formación de valores éticos. Revista Científica de Educación, 29(2), 41-50.

García, M. (2019). Autorrespeto: claves para una vida plena y satisfactoria. Revista de Psicología, 12(2), 41-50.

González, J. (2014). Autoevaluación: la valoración de uno mismo. Revista de Psicología, 8(2), 15-24.

 Martínez, J. (2020). Autovaloración: un enfoque psicológico. Revista de Psicología Aplicada, 15(2), 60-70.

 Pérez, A. (2017). Autoaceptación: claves para una buena salud mental. Revista de Psicología Clínica y de la Salud, 18(2), 57-68.